SCREENING AUDITIVO DEL RECIÉN NACIDO.
Habitualmente, se realiza antes del alta hospitalaria, después del nacimiento. En múltiples ocasiones sale incorrecto y hay que repetirlo al mes, por lo que muchos niños acuden a nuestra consulta.
1.- Antes del alta hospitalaria, se realiza una prueba denominada OTOEMISIONES ACÚSTICAS (OEA). Muy sencilla, nada molesta para el bebe, muy sensible y muy poco específica. Esto quiere decir que, si el niño esta totalmente bien, sale positiva; pero cualquier problema en la transmisión del sonido (cerumen, meconio del nacimiento, otitis, problema del nervio…) alterará el resultado. La presencia de líquido amniótico o meconio en el conducto auditivo externo es la principal causa de que las OEA salgan negativas antes del alta hospitalaria, no queriendo decir que el niño tenga ningún problema auditivo.
La técnica es muy sencilla. Se coloca un pequeño dispositivo en el conducto auditivo del bebe que emite un sonido suave. Esto estimula las células ciliadas externas de la cóclea (oído interno) que devuelven el sonido, capaz de ser captado por el aparato. El resultado es “PASA” o “NO PASA” la prueba.
Si no pasa, habrá que repetirla al mes, TRANQUILIZANDO A LOS PAPAS porque esto es frecuente.
El niño acude a la consulta, al mes del nacimiento, y se repite la prueba:
– Si pasa, el niño es dado de alta: NO HAY PROBLEMAS AUDITIVOS.
– Si no pasa, se repite de nuevo. Si sale bien, alta. Si sigue saliendo mal, se realizará otra prueba más completa: POTENCIALES EVOCADOS AUDITIVOS (PEATC).
2.- POTENCIALES EVOCADOS AUDITIVOS:
Obtenemos de forma objetiva un registro eléctrico de la vía auditiva. No hace falta colaboración del niño, pero sí que esté tranquilo o dormido.
Si salen correctos se considera que no hay problema auditivo.
Si no salen bien, se repiten una segunda vez. Si vuelven a salir mal, hay que realizar estudio más exhaustivo de la posible hipoacusia: estudio genético, pruebas de imagen, estudio familiar,…
Los PEATC se realizarán SIEMPRE que exista algún factor de riesgo en el bebé:
- Niños prematuros.
- Infecciones de la madre como citomegalovirus o meningitis.
- Hiperbilirrubinemia al nacer.
- Antecedentes familiares de hipoacusia.
- Uso de medicamentos ototóxicos por la madre o recién nacido.
- Complicaciones en el parto.
Es fundamental el diagnóstico precoz de hipoacusia para realizar una estimulación temprana del niño. Esto garantizará un desarrollo igual que el que se produce en cualquier otro niño sin dicho problema.